20 de julio de 2011

Nuevo Mundo



Avanzamos todos lentamente como tortugas marinas, recorriendo largas distancias, haciendo frente a todo tipo de trabas y obstáculos en un viaje sin fin. Navegamos tanto en aguas frías como calientes, con llamas flameantes fundiendo piedras y bellas perlas, o con rocas muertas lastradas por corrientes hasta fondos desolados. Contenemos la respiración en busca de la comida que alimente nuestro camino con temor a ahogarnos, siguiendo la luz, no lejos de la superficie con la que salimos a respirar esperanza. Somos tortugas sí, pero nuestra sombra deslumbra como hormigas, en conjunto caminando y labrando el campo sobre el que nos postramos, colonizando tierras perdidas y pacíficas o aumentando otras de espacio reducido. Trabajando y luchando por crecer sin más. Y yo que ahora me aventuro a salir de la isla hacia un nuevo mundo, respirando esperanza, lentamente, a contracorriente. 
Quién sabe si algún día volveré a poner huevos donde de ahora parto…



No hay comentarios:

Publicar un comentario